Se yerguen desafiantes en medio de los escarpados paisajes noruegos. No son muchas las que sobrevivieron, apenas 28 de las casi 1.000 que se construyeron en el medievo; con estoicismo lograron resistir las dentelladas feroces del tiempo por casi novecientos a?os. Como ocurr?a con la mayor?a de las iglesias del medievo la ubicaci?n, lejos de ser azarosa, era cuidadosamente planificada de manera que generara el mayor impacto visual posible: se ergu?an en la cima de las colinas o sorprend?an al viajero al final de una curva cerrada cuando inesperadamente ?aparec?an? al costado del camino a una distancia apropiada para apreciarlas en toda su magnitud.
Frente a una stavkirke?(iglesia de madera) observamos c?mo la silueta ?mbar y estilizada se recorta majestuosa en medio del paisaje. La progresi?n vertical de los techos escalonados que se elevan hasta el cielo gu?a nuestra mirada y pensamientos hacia las alturas, hacia el infinito y casi sin darnos cuenta nos transformamos en parte de un universo m?stico-religioso.
Las stavkirker son testigos de un tiempo de cambio, un tiempo en el que Noruega al igual que el resto de Europa buscaba consolidaci?n y unidad despu?s de siglos de ca?ticas y devastadoras invasiones y migraciones. El cemento aglutinador que comenzaba a modelar una Europa unida y poderosa era la Iglesia Cat?lica, siendo la arquitectura religiosa un instrumento fundamental en el proceso de expansi?n de la fe cristiana. Eran tambi?n mensajes que acompa?aban a viajeros y peregrinos en sus traves?as. Cada columna y tabl?n fue colocado en honor a Dios y tambi?n en honor a Cristo quien, seg?n la creencia de la ?poca, gui? a Thor y a Odin (los principales dioses de la mitolog?a escandinava) a trav?s de valles y bosques.
A medida que nos acercamos, un vaho de antig?edad y madera de siglos inunda nuestros sentidos. El chirrido de las puertas y el crujir de los tablones del piso suenan como agudos grititos que delatan la presencia del visitante. Cada vez que el viento con r?fagas furiosas sacude y hace rugir toda la estructura, el sofisticado sistema de vigas, soportes y pilares de madera resiste los embates con asombrosa fortaleza. La misma fortaleza que las stavkirker han exhibido a lo largo de diez siglos y que adem?s del viento les ha ayudado a resistir las dur?simas condiciones clim?ticas noruegas y las no menos extremas condiciones generadas por el hombre: guerras, pestes, incendios y destrucci?n.
Ahora bien, ?qu? es lo que hace que estas humildes iglesias de madera hayan adquirido un lugar de privilegio en la historia de la arquitectura universal? Las m?s antiguas figuran entre las construcciones de madera mejor conservadas del mundo. Y entre las m?s complejas tambi?n, ya que no se conocen estructuras similares en la arquitectura europea.
Contexto hist?rico?
Cuando toda Europa se cubr?a de iglesias de piedra, Noruega utilizaba la abundante madera de sus bosques para construir las suyas y as? nacieron las stavkirker o, como suele traducirse, ?iglesias medievales de madera? (en ingl?s se las conoce como stave churches).
El cristianismo se expand?a como religi?n e instituci?n organizada siguiendo un cuidadoso ?plan de marketing? que indicaba c?mo se comunicar?a la nueva fe, qui?n lo har?a, qu? se dir?a y c?mo se adaptar?a el mensaje a las distintas poblaciones o culturas. Cuentan registros de la ?poca, que las particulares iglesias noruegas que caprichosamente se resist?an a mutar la madera por piedra ?como hab?a hecho la casi absoluta mayor?a de las construcciones religiosas europeas?llamaron la atenci?n de las autoridades cat?licas quienes, no sin cierta preocupaci?n, se preguntaban las razones de esta obcecada conducta.
Si la arquitectura religiosa de piedra pr?cticamente dominaba en toda Europa, ?por qu? Noruega insist?a con las iglesias de madera, que adem?s ten?an cierta forma extra?a, no del todo acorde con las convenciones de la ?poca? Estrategas de r?pidos reflejos, los encumbrados hombres de la Iglesia comprendieron que en realidad no hab?a motivos de preocupaci?n a pesar de que las iglesias no segu?an paso a paso las convenciones arquitect?nicas religiosas del momento. Llegaron a la conclusi?n de que lo importante era, a saber:
- Que a pesar de su especial estilo arquitect?nico, las iglesias noruegas ten?an inconfundible forma de iglesia reconocible a la distancia, por lo tanto no hab?a riesgo de que pasaran inadvertidas para los feligreses o que se confundieran con alguna otra construcci?n pagana. Conclusi?n: la fe cristiana y su expansi?n no corr?an ning?n riesgo en ese sentido.
- Que el tama?o ?extremadamente peque?o si se las compara con las monumentales catedrales g?ticas francesas e inglesas? se adaptaba perfectamente al tama?o de la poblaci?n de fieles que cobijaba. Esto tambi?n era positivo.
- Y, sobre todo, eran simples de construir dada la abundancia del material ?madera? y la destreza de los artesanos noruegos en el tallado de madera. La construcci?n en piedra demandaba adem?s cuantiosos recursos y mano de obra que las humildes y despobladas ?reas n?rdicas no estaban en condiciones de satisfacer.
?Qu? son exactamente las stavkirker?
B?sicamente se pueden definir como estructuras de madera cuyo elemento de construcci?n esencial son los stavs, es decir postes circulares que conforman la estructura b?sica. Estos postes se ensamblaban a un marco de madera para despu?s asentar dicha estructura en una plataforma de piedra. As? se evitaba la corrosi?n de la madera por acci?n de la humedad de la tierra. Al principio se enterraban los postes directamente en la tierra y previsiblemente la duraci?n tanto de los postes como de toda la construcci?n era bastante limitada. La incorporaci?n de la plataforma de piedra fue un factor decisivo que posibilit? la permanencia de las stavkirker a trav?s de los siglos.
El tipo de construcci?n con stavs demandaba que cientos de partes se fabricaran y adaptaran unas a otras antes de que se montasen juntas en el proceso de construcci?n. Estas piezas se iban encajando y montando de tal manera que en la construcci?n no se empleaba ni clavos, ni pegamento, ni ning?n otro elemento de soporte extra que no fueran las mismas piezas. Esto indica el grado de planificaci?n necesario para medir y preparar con antelaci?n cada elemento de manera que concordaran exactamente en el momento del ensamblado. Este proceso de construcci?n sirve tambi?n para ilustrar una caracter?stica b?sica del esp?ritu noruego: la planificaci?n, caracter?stica que est? presente en cada acto y acci?n individual y colectiva.
El arte y la arquitectura han sido siempre expresiones que tornan visibles y palpables las caracter?sticas esenciales de una cultura y que se mantienen m?s o menos invariables a lo largo del tiempo. La planificaci?n, el orden y la previsi?n eran condiciones necesarias para poder construir las stavkirker.
Estas iglesias y su compleja t?cnica de construcci?n se diseminaron y permanecieron fundamentalmente en la regi?n escandinava. Hubo tambi?n algunas construcciones similares en Gran Breta?a, pero por n?mero y durabilidad pueden considerarse pr?cticamente inexistentes. Lo cierto es que la arquitectura religiosa dominante en Europa durante el medievo fue la de piedra, la cual sustituy? gradualmente casi la totalidad de las construcciones de madera preexistentes.
P?rrafo aparte merece el gran conocimiento que era necesario poseer acerca del material de construcci?n ?madera? en lo que se refiere a tipos, durabilidad, maleabilidad, resistencia, etc. No olvidemos que estamos hablando de Noruega, con sus inviernos helados y eternos, con metros de nieve que se acumula y un fr?o mortal que se trataba de atemperar con la ?nica fuente posible de calefacci?n en aquellas ?pocas: el fuego. Claro que el fuego era tambi?n uno de los principales enemigos de la madera, cuerpo y alma de las stavkirker. La gran mayor?a de ellas desapareci? de la faz de la tierra devoradas por impactantes incendios.
Exterior e interior
Enclavadas en el coraz?n de los bosques noruegos, estas peque?as construcciones albergan casi mil a?os de historia y leyendas. Torrecillas, techos escalonados adornados con figuras indefinibles ??tal vez animales?, ?tal vez seres mitol?gicos??que sobresalen casi agresivamente de los cantos, portales con dragones tallados con incre?ble precisi?n configuran una geometr?a vertical que impresiona por su integridad y coherencia visual.
Como centros de culto que fueron, las stavkirker aunaron en su interior las creencias y cultos paganos vikingos con los de la muy organizada Iglesia Cat?lica, que a paso firme comenzaba su pol?tica de expansi?n en toda Europa. En su interior convivieron entonces los dioses escandinavos Odin y Tor con Cristo, en lo que ser?a una transici?n natural hacia el Cristianismo que termin? dominando por completo el periodo medieval.
Esparcidas a lo largo y ancho del pa?s, a la vera de rutas comerciales y senderos de peregrinos, novecientas iglesias ?o quiz? m?s? asomaban como oscuras criaturas del bosque, observando silenciosamente al viajero en su traves?a por los inh?spitos y helados parajes y bosques noruegos.
La Edad Media y el bosque
Lo que sucede cuando se visitan las stavkirker es cosa de magia o hechiceros: a medida que uno se va acercando y se adentra en su interior oscuro y pesado, se corporiza la atm?sfera de la Noruega medieval, la de hace diez siglos. Aromas de brea y madera, arcos y arcadas, cabezas de dragones y un misticismo g?tico se funden con la penumbra del bosque que la circunda.
Imagine el lector la sensaci?n que invad?a a los fieles de la ?poca cuando una vez en el interior la penetrante oscuridad, ligeramente aliviada por peque?as aberturas circulares en el techo, dominaba absolutamente todo el escenario. Lentamente y a medida que la visi?n se iba adaptando a la falta de luz, las siluetas tenues de objetos y estatuas comenzaban a emerger tenebrosamente entre las sombras. Lo primero que se advert?a era el altar, distante e impactante. Escenas de la vida de Cristo ilustraban las paredes y candelabros resplandecientes acentuaban el misticismo del ambiente forzando a los fieles a sumergirse en una atm?sfera irresistiblemente religiosa.
Las columnas interiores que sosten?an las estructura era lisas, desnudas, desprovistas de todo ornamento, lo que combinado con el interior oscuro y tenebroso, generaban la sensaci?n de estar? detenido en lo profundo del bosque.? Exterior e interior se fund?an en las stavkirker, creando una atm?sfera agobiante, pesada y temible que aniquilaba sin piedad las banalidades mundanas que osaran desafiarla.
El reino de Dios en la Tierra
Como hemos visto, las stavkirker ?si bien no segu?an estrictamente las reglas de construcci?n religiosa de la ?poca en lo que se refiere a su aspecto visual? eran al igual que el resto de las iglesias lugares de adoraci?n y oraci?n, por lo tanto deb?an respetar principios referidos a su ubicaci?n, proporciones espaciales y ornamentaci?n.
Una stavkirker no pod?a construirse en cualquier lugar, azarosamente. La zona geogr?fica en la cual se construir?a deb?a reflejar la grandeza y majestuosidad de Dios, por ello se enclavaban en geograf?as de naturaleza deslumbrante y sobrecogedora: pen?nsulas, ?reas cercanas a fiordos? ?espectaculares, colinas, etc. La dominancia de la l?nea vertical en su construcci?n acentuaba la impresi?n de estructura celestial elevada, que se plasmaba en los techos escalonados y las columnas altas y espigadas que sosten?an la estructura.
En el interior, los stav (postes) ubicados en las esquinas son esenciales y suelen acentuarse mediante decoraci?n especial. Estos cuatro postes representan los cuatro evangelios, cimiento y la base fundacional del Cristianismo. Las stavkirker son monumentos nacionales y testigos de un tiempo de cambio, de intento de unificaci?n y orden en una Europa arrasada por la divisi?n y el caos.
Adem?s del aspecto religioso, las iglesias muestran otro costado de la Historia: c?mo la arquitectura exhibe y refleja valores humanos y sociales. Su presencia nos cuenta acerca de extremas condiciones clim?ticas y de c?mo pueden construirse bellas piezas arquitect?nicas con elementos y recursos naturales y en total armon?a con las complejidades e irregularidades del terreno.
Las stavkirker son, adem?s,? expresi?n material de la necesidad humana de encontrar un refugio seguro, al amparo de Dios, en un mundo que se cre?a constantentmente amenazado por la presencia escalofriante de dragones, espectros, trolls? y dem?s criaturas oscuras y tenebrosas.